No dejes que tus sueños sean sueños.

En una ocasión, Walt Disney dijo que si lo podías soñar, podías hacerlo. ¡Y cuánta razón tenía! Porque los sueños no sirven de nada a no ser que hagas algo con ellos. Tienes que darles forma como si fueran un trozo grande de plastilina. Vive, viaja, empieza tu aventura y no te arrepientas de nada. Cuanto más grande sea tu pensamiento, más grande será tu felicidad. Y no permitas que tus excusas te convenzan. Creer en algo y no hacer nada es lo más deshonesto. Hazlo ahora, porque si andas por la calle del Después, siempre llegarás a la plaza del Nunca.

No existe falta de tiempo, existe falta de interés. Porque cuando realmente quieres algo, la madrugada se vuelve día, el martes se vuelve sábado y un momento se vuelve oportunidad. Y así acabas entendiendo que la vida es como un espejo: te sonríe si la miras sonriendo, y que tus victorias son sueños que jamás diste por perdidos.

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Tienes que hacer del resto de tu vida, la mejor parte de tu vida. Nadie nos ha dicho que sea fácil hacerlo. Y quizás por este motivo es tan excitante. Pero debes intentarlo. No te rindas. Las cosas no cambian si tú no cambias y los milagros empiezan a florecer solo cuando dedicas más energía a tus sueños que a tus miedos. Porque nada envejece más que la cobardía. Los años solo arrugan la piel pero el miedo arruga el alma.

Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana, y si la respuesta no es nítida, escucha la naturaleza, que es lo más sabio que hay sobre la faz de la tierra. Te susurrará que solo los peces muertos siguen la corriente o que los pájaros nacidos en una jaula creen que volar es una enfermedad.

No te preocupes por lo que dirán. Quizás te repetirán que estás loco, pero no es así. Eso que hoy parece una locura mañana puede ser uno de tus mejores recuerdos, y ser uno mismo en un mundo que constantemente trata de que no lo seas es el mayor de los logros. Además, debes saber que quien no encaja es este mundo está muy cerca de encontrarse a sí mismo. Y como decía John Lennon, “es raro no ser raro”. Hay gente que nunca se vuelve loca. ¡Qué vida tan horrible deben tener! Despierta y pinta tus sueños de mil colores diferentes. Aunque sean sueños locos, afróntalos ¡Los mejores recuerdos siempre vienen de las ideas más descabelladas!

Todos los grandes cambios están precedidos por el caos, un caos que en ocasiones puede ser encantador. Porque solo cuando nada es seguro es cuando todo es posible. Todo lo que quieres está al otro lado del miedo. ¡No cuentes tus días, haz que tus días cuenten! El mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

Solo hay dos cosas que podemos perder: el tiempo y la vida. La segunda es inevitable, la primera imperdonable. Como decía Neruda, “queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo y no convertir en realidad tus sueños”. Así de fácil. La felicidad es interior, no exterior. Por lo tanto, no dependes de lo que tienes, sino de lo que eres.

Desnúdate ¡Cansa muchísimo ser todo el tiempo uno mismo! Deja de preocuparte y hazlo, porque la vida te trata tal y como tú te tratas a ti mismo. Si emociona pensarlo, imagínate hacerlo. Deja de reflexionar sobre la vida y resuélvete a vivirla, porque acostumbrarse, es otra forma de morir. Porque uno de los mayores errores ortográficos de la vida es no saber poner un punto final a la rutina. La aventura puede herirte, ¡pero la monotonía es mortal! No olvides que solo cambiando tu actitud puedes cambiar tu futuro. Inténtalo. No tienes nada que perder. Si sale bien serás más feliz. Y si no, serás más sabio, y entre otras muchas cosas aprenderás que la esperanza es desear que algo suceda, la fe es creer que va a suceder, y la valentía es hacer que suceda.

Piensa como un adulto, vive como un joven, aconseja como un anciano y nunca dejes de soñar como un niño. Presta atención a ese crío que fuiste y que aún existe dentro de ti. No hay nadie en el mundo que entienda de instantes mágicos más que él. ¡Escúchale!

Convierte tu pasión en tu proyecto de vida. Simplemente porque uno debe morir con muchos más recuerdos que sueños. Porque al final solo acabamos lamentando las ocasiones que no aprovechamos. Por este motivo, la calidad de tu vida está determinada por la calidad de tus pensamientos. ¿Qué filosofía tienes? ¿Eres lo suficientemente valiente? Es difícil, pero no te rindas. Solo está derrotado aquel que deja de soñar. Tienes que luchar. No olvides que ningún mar en calma hizo experto al marinero. El éxito, ciertamente, pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños.

Si estabas esperando una señal, ¡pues aquí la tienes! Nacimos para hacer, no para esperar. La vida, o es una aventura, o no es nada. Además, no hay agonía más grande que mantener una historia silenciada en tu interior. Sé realista y desea lo imposible. Vive tu sueño y mata al soñador, porque como todos, acabarás muriendo. Y todo el mundo muere, pero no todo el mundo vive.

No pierdas el tiempo leyendo esto. Levántate de la mesa y manifiesta tus sueños sin miedo. Sean los que sean. Confía en ellos y deja que te indiquen el camino.

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